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jueves, 12 de mayo de 2005

Mi poema favorito

Tengo en casa un libro titulado 'las mejores poesías de la lengua castellana'. es un título muy prometedor y por definición, completamente erróneo. No existen dichas poesías. Existen sin embargo, las más leídas, las más editadas, las favoritas de tal o cual autor y un largo etcétera.


El lenguaje poético es curioso pues impregna lo cotidiano y lo enajena, lo lleva más allá de su significado, pretende entrar en contacto con ese 'alma inmortal poética'.Estira el idioma,fuerza las costuras sintácticas, crea y supera constantemente sus propios límites, es una voz única y múltiple siempre creando y extinguiendo la palabra definitiva. En mi caso la voz del poeta íntima y reflexiva toca más de cerca mi sensibilidad. Mientras adoro escuchar relatos de viva voz, con su entonación sugerente ora misteriosa ora ardiente y heróica, me cuesta trabajo escuchar un poema si no es por la voz personal de ese narrador interior que todos tenemos. No acabaría si nombrase poemas maravillosos, renovadores del alma, de entre los muy pocos que he leído. Aún así y como no puede ser de otra manera, tengo un favorito y quisiera que si lees esto tuvieses la oportunidad de compartirlo conmigo si ya lo conocías o bien descubrirlo tal como la casualidad me lo brindó y lo trajo a mis manos y a mi mente , de la cual nunca volverá a separarse, ¿nunca? ahora verás por qué lo digo.


AMOR CONSTANTE MÁS ALLÁ DE LA MUERTE


Cerrar podrá mis ojos la postrera sombra que me llevare el blanco día,

y podrá desatar esta alma mía hora a su afám ansioso lisonjera;

mas no, de esotra parte, en la ribera, dejará la memoria, en donde ardía :


nadar sabe mi llama la agua fría, y perder todo el respeto a ley severa.


Alma a quien todo un dios prisión ha sido,venas que humor a tanto fuego han dado,

médulas que han gloriosamente ardido, su cuerpo dejará, no su cuidado;

serán ceniza, mas tendrá sentido;polvo serán ,mas polvo enamorado.

Francisco de Quevedo