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jueves, 12 de agosto de 2004

calor

Calor,calor...suave modorra que te invade, te notas lento y pesado.
La piel se cubre de una desagradable y pegajosa humedad.
La ropa, holgada, se te pega y no te deja respirar. Sientes que te ahogas.Estás aturdido.
Irritable y más cabezota de lo normal, inexorablemente descubres que el mundo entero está contra ti.
¿Reconoces alguno de estos síntomas?
Cuando sufro alguno de estos síntomas pienso en el autor que borda en su descripción lo que los mortales sufrimos por los desvaríos -descarríos ? - del carro de Apolo, el Sr. Gabriel García Márquez, Gabo para los amigos.
No sólo en su archiconocido libro '100 años de soledad'. Aparece en toda su obra.
En particular me viene a la mente 'El otoño del patriarca', larga y dolorosa agonía de un país bajo el yugo de un sátiro-sádico dictador que tras largos años de aplastar a su pueblo se ha convertido en una especie de figura 'paterna' ( no olvidemos que en España sufrimos este fenómeno con Franco, tras largos años de dictadura nos lo pretendían vender como padre de la patria)
Todo transcurre bajo un atmósfera agobiante, casi puedes ver el suave humeo de los excrementos que pululan por doquier en el eterno sobrevivir (y sobrematar) del tirano.A veces creo que esa fatal e inquebrantable determinación de algunos personajes de Márquez tiene que ver con el calor. Esperar a la sombra del porche a ver pasar el funeral del enemigo,la inevitable sentencia de muerte de un señor que pasaba por allí ( crónica de una muerte anunciada ), las alucinaciones diversas que cuajan con la omnipresencia del calor selvático. Los amores húmedos sobrevivientes al tiempo y a los amados, hechos de intenso olor animal y pieles adheridas.El sexo obsesivo y absorbente. Veo por todos lados el vaporoso amanecer de un nuevo día de calor mientras los sufridos personajes se despegan del ardoroso abrazo de la noche tropical.
A veces se añade una componente extra de sufrimiento. Todavía me río al recordar cómo, según confesó el propio Márquez, le puso a uno de sus personajes 'golondrinos' - una dolorosa inflamación de las axilas - que le hacían sufrir dolores inefables ¡ porque él mismo los había padecido!
Para empezar a leer a este autor recomendaría algo más digerible que '100 años...', por ejemplo 'Crónica de una muerte anunciada' o 'El coronel no tiene quien le escriba' ( ¿habrá alguien más empecinado que este militar? ). Son dos libros muy buenos, más de una siesta de estío se habrá visto frustrada por su absorbente lectura.
Este último es uno de los libros publicados en aquella fantástica iniciativa de 'alianza cien' ¿ sabe alguien si existe ahora algo parecido ?
Otro libro quizá distinto en estilo al resto de la obra es 'relato de un naufrago' este le recomiendo incluso a los que hayan leído algo del autor y no se quedaran prendidos al pinchazo de su pluma.Está basado en una historia real que Márquez conoció de primera mano.
Cuando el frío vuelva,podríamos hablar de estar sentados en los Alpes en una confortable chaisse - longue con una manta arropando nuestros pies, conversando de lo divino y lo humano, el tiempo y la moral,salud y enfermedad, como hace el Sr. Thomas Mann en 'La montaña mágica'...pero eso será cuando el frío vuelva...

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